-
-
hola chicos tengan todos un muy feliz dia queria comentarles que la he pasado de lo mejor todos estos dias han sido de verdad demasiado productivos.. y he trabajado mucho a parte queria traerles un texto relacionado con la rubicundez
Se denomina rubicundez a la coloración rojiza de la piel. Puede ser
secundaria a vasodilatación de los plexos dérmicos, anomalías de la piel
y a alteraciones del contenido sanguíneo. Este cambio de coloración
puede ser difuso pero suele ser más manifiesto en la cara, dando lugar a
la facies eritrósica o rubicunda.
La rubicundez puede ser episódica, como cuando se produce vasodilatación desencadenada por una emoción (eritema púdico), reacciones de hipersensibilidad, luego de exposición al calor, relacionada con la ingesta aguda de alcohol y en las crisis del síndrome carcinoide y del feocromocitoma.
La rubicundez persistente se observa en afecciones de la piel tales como las distintas eritrodermias, el eritema facial del lupus eritematoso y de las dermatomiositis. El alcoholismo crónico suele producir una rubicundez permanente por vasodilatación.
En la policitemia (aumento de la cantidad de glóbulos rojos circulantes), la rubicundez es un signo físico constante. En estos casos, se denomina eritrosis y es permanente, con predominio facial y también en el cuello y la parte anterosuperior del tórax (distribución parecida al eritema púdico). Con frecuencia la advierte el propio paciente y sus familiares, y se constituye en el motivo de consulta. En la intensificación del color rojo de las mucosas (conjuntivas, mucosa yugal), lo cual incrementa la sospecha, que debe ser confirmada con los estudios de laboratorio.
Semiogénesis o fisiopatología
La rubicundez se presentará siempre que el espesor de las capas superficiales de la epidermis se encuentre disminuido o su transparencia aumentada; cuando los vasos sanguíneos de la dermis
sean muy numerosos y más gruesos, o estén repletos de sangre, y, en fin, cuando aumente la coloración roja de la sangre, por contener una mayor proporción de hemoglobina o de glóbulos rojos o de ambos a la vez.
Semiografía y Semiodiagnóstico
La rubicundez puede ser generalizada y circunscrita o regional, así como puede presentarse en forma permanente o pasajera. Cuando se comprime la piel, con un portaobjetos, por ejemplo, desaparece la rubicundez, lo que se comprende fácilmente al tener en cuenta que con la compresión se vacían los capilares dérmicos.
La rubicundez puede ser episódica, como cuando se produce vasodilatación desencadenada por una emoción (eritema púdico), reacciones de hipersensibilidad, luego de exposición al calor, relacionada con la ingesta aguda de alcohol y en las crisis del síndrome carcinoide y del feocromocitoma.
La rubicundez persistente se observa en afecciones de la piel tales como las distintas eritrodermias, el eritema facial del lupus eritematoso y de las dermatomiositis. El alcoholismo crónico suele producir una rubicundez permanente por vasodilatación.
En la policitemia (aumento de la cantidad de glóbulos rojos circulantes), la rubicundez es un signo físico constante. En estos casos, se denomina eritrosis y es permanente, con predominio facial y también en el cuello y la parte anterosuperior del tórax (distribución parecida al eritema púdico). Con frecuencia la advierte el propio paciente y sus familiares, y se constituye en el motivo de consulta. En la intensificación del color rojo de las mucosas (conjuntivas, mucosa yugal), lo cual incrementa la sospecha, que debe ser confirmada con los estudios de laboratorio.
Semiogénesis o fisiopatología
La rubicundez se presentará siempre que el espesor de las capas superficiales de la epidermis se encuentre disminuido o su transparencia aumentada; cuando los vasos sanguíneos de la dermis
sean muy numerosos y más gruesos, o estén repletos de sangre, y, en fin, cuando aumente la coloración roja de la sangre, por contener una mayor proporción de hemoglobina o de glóbulos rojos o de ambos a la vez.
Semiografía y Semiodiagnóstico
La rubicundez puede ser generalizada y circunscrita o regional, así como puede presentarse en forma permanente o pasajera. Cuando se comprime la piel, con un portaobjetos, por ejemplo, desaparece la rubicundez, lo que se comprende fácilmente al tener en cuenta que con la compresión se vacían los capilares dérmicos.